trabajar “El éxito no cambia mi vida” Juan Salvadó, cofundador de la firma Moschino, es hoy un maestro de la moda. TEXTO ANNA TOMÀS Fiel a su filosofía de vida, volvió a establecerse como autónomo y empezó a tener una cartera de clientes con grandes nombres, como Blumarine, Aspesi... Salvadó también es el fundador de N la tienda de lujo NOTÉNOM, en Barcelona, aunque la traspasó cuando tuvo que empezar que acudir a eventos. NUTRIR LA CREATIVIDAD “En 1992 volví a Barcelona y en 2002 decidí regalarme un año sa- bático. Resultó que ese año se alargó y encontré justo lo que más disfruto haciendo incluso hoy en día: la docencia”, nos relata. “En- señar lo que sé me llena, puedo vivir la ilusión de mis alumnos, todavía no contaminados por la sobredosis de la moda actual. Hoy se vive una moda en la que lo que prima no son las prendas por ellas mismas. Esa libertad de los ochenta y noventa ya no existe. Solo hay que ver quién se sienta hoy en día en los front rows acido en Deltebre, de las pasarelas. Tengo alumnos que son puro arte y me duele Juan Salvadó ya era, con apenas cinco años, incapaz de soltar que no vayan a vivir esos tiempos, pero en el IED de Barcelona el lápiz. Pronto emigró a Ginebra, y la proximidad de esta loca- (Escuela Superior de Diseño) se potencia el arte, así que confío en lidad con la capital italiana de la moda hizo que se decidiese a que puedan separarse de esa moda industrial de marcas”. estudiar en el Istituto Marangoni. Sin embargo, en vez de cursar Además de su faceta como docente, Salvadó tiene su estudio en Diseño de Moda en los años previstos, acabó la carrera en solo Deltebre, en el que crea piezas únicas buscando la diferenciación un año. “Tenía que ponerme a trabajar. Recuerdo que incluso de y el valor en los materiales. “Estoy satisfecho, disfrutando del adolescente gané un concurso de El Corte Inglés que se llamaba espacio, el silencio y el tiempo”. ‘La juventud diseña la moda’. Quedé tercero entre 500 y me dieron un tocadiscos Philips con pilas”, cuenta para aMagazine. “Después, fue volcar mi pasión en estudiar y empezar a llamar a puertas. En aquella época había menos diseñadores y la moda no era el negocio de hoy en día. Así fue como, en 1976, entré en Fiorucci”. Tres años después, Sal- vadó se estableció por su cuenta, ha sta que en 1981 conoció a Franco Moschino y crearon la firma con el apellido de este. “ Fueron años preciosos, en los que la moda e ra real, plástica, anarquista. Sin embargo, y o siempre he huido de la fama. Considero q ue el ego nos mata. Mi lujo es el silencio, el tiempo y el espacio”. De hecho, cuando en Moschino fue necesario asumir roles de personaje público, dejó la fir- ma en manos de Franco. La presión y e l vivir siempre co rriendo le hicieron darse c uenta de que no era ese el camino que qu ería seguir. 3 2T h e L i f e s t y l e M aga z i n e by G r u p o A f i n a n c e DIRECTOR CREATIVO Fotos: Flaminia Pelazzi